La Habana, Cuba – En la noche del pasado 9 de noviembre, el reportero independiente cubano Yerandy Valdés Ruiz, fue detenido luego de denunciar algunos intentos de desalojo a familias en Pinar del Río. Tras su arresto, permaneció plantado en una celda de la unidad policial de dicho municipio, donde fue reprimido por agentes de la policía política.
“Estuve dos días plantado con mucha falta de aire. Perdí la fuerza en los pies y las manos por causa de la diabetes y no había un carro para llevarme al hospital”, contó el comunicador al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP).
Valdés Ruiz, a quien se le negó asistencia médica, en un primer momento, fue sacado de la celda por un agente uniformado que “rocío gas lacrimógeno” y le “calló a golpe… por el pecho y los brazos”, denunció.
En la celda “empecé a echar mucha saliva por la boca y los presos que estaban ahí empezaron a gritar por las ayuda de un médico”. Minutos después “apareció una patrulla y me llevaron para la región militar, porque no les convenía que en el hospital me vieran la gente”, expresó el reportero.
Valdés Ruiz, de 25 años y colaborador del medio independiente ADN Cuba, filmó y divulgó un vídeo donde familias se oponían a desocupar un local en desuso del gobierno, tras recibir amenazas por parte de funcionarios públicos que exigían el abandono del inmueble.
“Las denuncias que hice fue en la pista de avión, donde un general dio unos terrenos para que construyeran varías familias y después que construyeron, querían tumbárselas y desalojarlos”, dijo.
El reportero fue puesto en libertad, sin cargos en su contra, al otro día de su arresto.
El ICLEP continúa denunciando la represión contra la prensa independiente por parte del régimen cubano y permanece atento ante la entrega en vigor del nuevo Código Penal -el próximo 1 de diciembre-, que promete condenar con penas entre 4 y 10 años de privación de libertad, a quienes ejerzan el periodismo alejado de los medios de la dictadura.