La Paz, 20 nov (ANP) – Las periodistas del canal de televisión Red Uno, Raissa Cruz, Carla Pabón y María José Mollinedo, denunciaron a la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP-Diarios) que sufrieron agresiones durante su labor periodística en la cobertura de las manifestaciones registradas en La Paz y El Alto, desde el pasado 21 de octubre.
A la periodista María José Mollinedo, la amenazaron con quemarla en las protestas del centro paceño y en la ciudad de El Alto la golpearon.
Relató que el 26 de octubre realizaba la cobertura de una manifestación de jóvenes desde la Plaza Camacho, hasta la residencia presidencial, donde intentaron quemar la foto de Evo Morales.
Cuando el camarógrafo encendió la cámara para emitir señal en directo, quitó el logo de su micrófono, porque antes la hostigaron. Cinco minutos antes: “Me gritaron «p… del Evo, p… de Evo, vendida”.
Un joven en medio de los gritos dijo: «como no podemos quemar la foto, mejor la quemaremos a ella». “Realmente me asusté”, relató.
Mollinedo salió al aire con la voz firme, pero minutos después la tensión y el ambiente de hostilidad la afectaron emocionalmente en su relato que terminó debilitado. En El Alto, durante su cobertura a la entrevista del expresidente en Radio San Gabriel, también le gritaron “vendida” señalando que se les acababa la paciencia.
“Soy mujer y madre. Muchos de mis colegas incluso me cuentan que los golpearon, pero no lo denunciaron. Yo lo hice para trabajar en paz. Con libertad, sin miedo”, afirmó la periodista.
Golpes con palo
Raissa Cruz y su camarógrafo fueron agredidos por manifestantes alteños, les lanzaron agua sucia y los golpearon con palo en las espaldas y cabezas.
“Me echaron con agua sucia y agredieron a mi colega camarógrafo con palos en la cabeza y espalda. Me gritaron palabras groseras, pese a que les expliqué de buena forma que saldríamos en vivo a nivel nacional para mostrar tal cual estaba pasando”, contó la periodista.
La periodista Carla Pabón fue retenida, amenazada y golpeada, revisaron su automóvil y fue insultada. Sufrió varias agresiones en estos días de tensión.
Relata que el 28 de octubre a la altura de la calle 16 de Obrajes, al sur de la ciudad de La Paz, un grupo de médicos intentaron quitarle el celular, insultando a todo el equipo de la unidad móvil.
El 30 de octubre, en inmediaciones de la calle 8 de Calacoto, los vecinos realizaban un bloqueo y dejaron pasar al equipo de prensa, luego los rodearon, revisaron el motorizado e insultaron a sus ocupantes. Golpearon el motorizado en el que se encontraba, mostrando extrañeza al ver que el equipo de prensa llevaba chalecos antibala y cascos.
El 13 de noviembre fue rodeada y golpeada con las astas de las banderas de las culturas andinas (wiphalas); la policía tuvo que ofrecerle protección.
El 15 de noviembre, los movimientos sociales quebraron el cable de transmisión de su unidad móvil, lo que impidió transmitir una marcha en directo.
“Estos últimos días de movilizaciones, los insultos y las agresiones con objetos ya es algo constante”, refiere.
“El papel más importante que tenemos cómo medios es reflejar la realidad que vive la sociedad. Visibilizar las medidas que actualmente asume la ciudadanía pidiendo respeto a la Democracia. Si fuéramos medios vendidos, no estaríamos con ellos en medio de los gases lacrimógenos y las piedras”, señala Mollinedo.
“No hay garantías para el trabajo de la prensa, ellos mismos no permiten que los medios de comunicación estén ahí para reflejar la situación”, comenta Cruz.
“Es muy complicado trabajar en este momento, no existen garantías y resulta un verdadero riesgo realizar las coberturas”, afirmó Pabón.