Ante la detención del reconocido periodista y fundador del diario El Periódico de Guatemala, José Rubén Zamora, cuya labor ha sido vital en la lucha contra la corrupción y criminalidad en Guatemala, Voces del Sur junto a Diálogo Interamericano y Fundamedios organizaron el foro llamado: Libertad de prensa y democracia bajo ataque en Guatemala este lunes 08 de agosto.
El moderador, Santiago Cantón, inició el conversatorio señalando que la comunidad internacional se expresó rápidamente sobre la detención de Zamora, solicitando su liberación. Lo que deja en evidencia la grave situación por la que atraviesa el país.
Lucy Chay, subdirectora del diario El Periódico, indicó que el viernes 29 de julio recibió la llamada de José Carlos Zamora, hijo de Rubén, afligido indicando que estaba conversando con su padre cuando intervinieron las fuerzas del orden y la llamada se cortó. Chay señala que habían carros sin placas, policías armados y se allanó las oficinas del diario. “El Ministerio Público siempre dijo que no era una ataque contra el diario sino que estaba enfocado en las acciones empresariales de José Rubén. Sin embargo, no pudimos imprimir en los talleres por intervención de los uniformados”, comentó. Este lunes 08 de agosto se realizó la audiencia de Zamora.
Ella indica que estaban pendientes sobre este tipo de acciones estatales, ya que, el diario ha tenido varias denuncias por sus investigaciones y notas periodísticas.
Juan Luis Font, reportero guatemalteco y director de Con Criterio, también ha sufrido persecuciones en su contra. Él indica que es muy preocupante lo que ha sucedido con Zamora porque se habla de una figura periodística muy importante y galardonada en el país. Él fue director del diario El Periódico y su papel es importante para la democracia guatemalteca. “Me preocupa que la administración Biden y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos no parecieran mostrar el nivel de alarma y preocupación que tendrían que estar mostrando por lo que ocurre en Guatemala. Este hecho marca un antes y un después en temas de libertad de expresión”, dijo.
Font sufrió una denuncia y un proceso judicial en su contra. Él señaló que esto lo ofició un funcionario “muy corrupto” que está desde la cárcel dando información al Ministerio Público para amedrentar. Él indica que hay un patrón ya reconocido. Primero se pone el caso bajo reserva, luego se actúa en coordinación con personas que ya han sido demostradas de corruptas. Él indica que se está intentando silenciar al diario y eliminarlo.
Por su parte, Marielos Monzón, columnista de Prensa Libre, dijo que lo que se está viviendo en Guatemala es “una regresión autoritaria”. Ella indica que se registró un desmantelamiento del Ministerio Público en la lucha contra la corrupción y que tuvo un punto central en la elección de Mariela Porras como fiscal general. Es decir, se colocó a una persona en el Ministerio que pueda “socavar las investigaciones y los procesos penales que se habían llevado a cabo”. Según Monzón, también se puso fin a las instituciones públicas y de justicia que estaban en la lucha contra la impunidad. Ella comenta que existe una alianza de sectores de poder para detener la lucha contra la corrupción. Se habla del sector político de funcionarios que están vinculados a estructuras de corrupción, poder económico y personas vinculadas a este delito, el poder militar que constituye personas que han sido acusadas de violaciones a derechos humanos y el poder criminal, de estructuras de delincuencia organizada que se une al pacto.
“Si esto se lo pudieron hacer a José Rubén Zamora, que es uno de los periodistas más reconocidos, esto se lo puede hacer a cualquiera. Cuidado porque la lista puede ser más grande”, dijo.
Por su parte, Frank de la Rue, de Fundamedios, indicó que este acto fue una escalada de un ataque sistemático a la prensa que tiene a varios periodistas en el exilio. Señaló que la detención de Zamora llega después de destruir el sistema de justicia. Las dos exfiscales generales tienen denuncias en su contra que trabajaron contra la corrupción. Esto se da en un contexto en el que el pacto de corruptos ha logrado cooptar la Corte Suprema y otras funciones del Estado, así los convirtieron en cómplices. Eso, según de la Rue, los pasos de Guatemala son los mismos que tomaron los estados de Nicaragua y El Salvador. La diferencia es que se trata de una corrupción cooperativa.