Ocho personas están detenidas por el gobierno de Nicolás Maduro por ejercer su labor informativa.
La ola de represión relacionada con las elecciones, que se intensifica en Venezuela, ya ha enviado a prisión a una larga lista de comunicadores y periodistas. Ocho están detenidos por el ejercicio de su labor de informar. Los cargos de los que se les acusan comprenden delitos como «terrorismo», «incitación al odio», «asociación para delinquir» y «resistencia a la autoridad», cuyas penas pueden ser desde 12 hasta 20 años de cárcel. Lo anterior resulta preocupante, ya que es claro que estos delitos están siendo desnaturalizados para aplicarse a periodistas con el fin de silenciarlos.
Las detenciones han presentado múltiples irregularidades como, por ejemplo, el arresto sin informar a los periodistas sobre los cargos que se les imputan o la celebración de audiencias que no han respetado su debido proceso, condenando a algunos a 45 días de prisión. Del mismo modo, su defensa está a cargo de abogados de oficio, debido a que se les ha negado la representación por parte de abogados privados de confianza. Es de resaltar que el paradero de algunos periodistas es incierto.
Las y los periodistas encarcelados en el marco de la cobertura de las elecciones y protestas son: Luis López (reportero/La Guaira), Yuosnel Alvarado (fotoperiodista/Barinas), Paúl León (camarógrafo/Trujillo), Deysi Peña (fotoperiodista/Miranda), José Gregorio Camero (productor y presentador/Guárico), Eleángel Navas (fotógrafo y community manager/Anzoátegui), Gilberto Reina (reportero/Bolívar) y Ana Carolina Guaita (reportera/La Guaira).
En defensa del periodismo y del derecho de la población venezolana a una información independiente, plural y fiable —especialmente en un momento de profunda crisis institucional como el que atraviesa el país—, las organizaciones abajo firmantes exigen la inmediata liberación plena de estos periodistas.
Después de las elecciones, Venezuela ha sufrido una escalada en las restricciones y censura impuestas por el gobierno de Nicolás Maduro. Decenas de periódicos y medios digitales han enfrentado bloqueos de sus sitios web, múltiples periodistas extranjeros han sido expulsados del país y los pasaportes de varios trabajadores de la prensa han sido anulados. A lo anterior se le suma la constante intimidación de parte de las fuerzas de seguridad a las y los periodistas que trabajan en diferentes regiones del país. La detención de estos ocho comunicadores, sin embargo, es una medida extrema que carece de toda legalidad y, por tanto, debe ser revocada inmediatamente.
Como agravante está el hecho de que algunos de ellos presentan condiciones delicadas de salud, que pueden poner su integridad en riesgo: Luis López sufre de hipertensión arterial, Gilberto Reina tiene problemas cardiacos y José Gregorio Camero padece un síndrome coronario agudo y una lesión coronaria oclusiva.
Pedimos a los organismos multilaterales y a la comunidad internacional de países que mantienen relaciones políticas y económicas con Venezuela que se manifiesten por la liberación plena de las y los periodistas detenidos con carácter de urgencia, a riesgo de que se produzca un daño irreparable.
¡El periodismo no es un delito! ¡Libertad ya!