La pandemia ha impulsado que los periodistas habituados a hacer coberturas en exteriores ahora reporten desde casa, acogiéndose al teletrabajo. Para Julio César Perotti, director de EA Medios y prosecretario del Foro de Periodismo Argentino (Fopea); Jennifer Ortiz, directora del portal Nicaragua Investiga; y Daniel Lema, presidente del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (CAinfo, Uruguay) y periodista del semanario Búsqueda, la COVID-19 cambió el oficio y lo obliga a pensar en modelos nuevos de financiamiento y captación de audiencias.
Los panelistas participaron en el foro Teletrabajo y periodismo: ¿cómo llegar a la audiencia y no perder credibilidad. El encuentro virtual fue organizado por la plataforma regional Voces del Sur (VDS) y moderado por Adriana León, jefa de de Libertad de Prensa del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Perú).
Los expositores coinciden en que el modo de hacer periodismo tiene que replantearse después de la pandemia. El objetivo es que el trabajo desde casa llegue a otras audiencias, las mantenga cautivas y se adapte a modelos alternativos de monetización.
El argentino Perotti, quien se inició en el periodismo con una máquina de escribir, cree que lo más importante es apostar a la hiperlocalidad y hacer noticia con quienes no la han protagonizado. “Hemos tenido, por muchos años, el periodismo que ha trabajado sobre la cobertura del poder y del poder hacia abajo. La información que debe priorizarse en estos momentos debe ir de abajo hacia arriba, escuchando a la gente”.
El representante de Fopea no recuerda un momento en que la profesión haya sido tan golpeada como esta crisis global. Ahora la población exige calidad, claridad, profundidad y transparencia. “Es un momento para repensar las redacciones y preguntarse sobre modelos económicos”.
Lema, quien cumple con la labor periodística desde su casa, cree lo mismo. El reportero está convencido de que el Internet llegó para revolucionar; pero en tiempos de pandemia se convirtió en una herramienta vital de la prensa.
Por ejemplo, en Uruguay, varios diarios han dejado de imprimir ejemplares y priorizaron la versión digital. Él considera viable impulsar un plan pagado de suscripciones, aunque reconoce que “la gente consume información, pero no paga por ella”.