La Paz, 24 May.2025 (ANP) .- Lleva 20 años de trabajo como periodista que reporta desde las calles de La Paz, Bolivia. En persona sufrió una herida de gravedad durante una manifestación y con esa experiencia, Helga Velasco, concluye que el derecho a la protesta de los ciudadanos termina en violencia.
“Así es, el derecho a la protesta en nuestro país se ha deformado totalmente, se mal utiliza todo el tiempo y todos los sectores lo hacen sin excepción”, concluye después de un viernes 16 de mayo violento en que al menos cinco periodistas fueron agredidos tanto por manifestantes que apoyan una repostulación de Evo Morales a la Presidencia, así como por policías antidisturbios.
Con el rostro ensangrentado por el impacto de un adoquín lanzado por un manifestante que exigía la construcción de una carretera entre Cochabamba y Beni, durante una protesta del 30 de enero del año 2012, la periodista quedó sin sentido por algunos minutos.
La policía la trasladó hasta un hospital donde fue intervenida de urgencia por la pérdida de tres piezas dentales y fueron necesarios estudios de imagen para descartar otras fracturas en el rostro.
“Nunca se investigó nada. Yo tampoco presenté una denuncia porque la marcha de ese sector vino, protestó de forma violenta y se fue como si nada hubiera pasado. Desde entonces se empieza a normalizar el derecho a la protesta violenta en Bolivia”, comentó a la Unidad de Monitoreo de los diarios representados por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).
En ese ataque a periodistas y policías, el camarógrafo de la red Bolivisión, Carlos Saavedra, sufrió una herida en el tabique nasal y el camarógrafo de Fides Tv, Alejandro Estívariz, terminó con una herida en el pómulo derecho provocada por el impacto de una piedra. El fotógrafo del diario La Razón, Miguel Carrasco, fue otro de los trabajadores de la prensa lesionado por los ataques con piedras.
Entre enero y mayo de 2025, la Unidad de Monitoreo de la ANP registró agresiones a siete mujeres periodistas, un dato preocupante. En 2024, la ANP registró y documentó agresiones a seis mujeres periodistas.
Aunque tuvo oportunidades de trabajar en un estudio de televisión conduciendo espacios de noticias, Velasco considera que “la esencia y el origen del periodismo de televisión están en las calles. Está en las voces de las personas, en los hechos que ocurren, porque no solo hacemos registro de conflictos, de peleas, de delitos; también nos conectamos directamente con la realidad”.
En las dos décadas de trabajo periodístico, integró los equipos de Televisión Boliviana, PAT, Bolivisión, Gigavisión , Unitel y desde hace cuatro años reporta para “Cadena A”.
Opina que “el periodismo serio y profesional debería comenzar en las calles y luego continuar en un estudio de televisión. Lastimosamente, son pocos los profesionales que están en un estudio y que pueden llamarse periodistas de verdad. Siento que el verdadero periodismo nos escoge para estar en las calles”.
“Hay mucha gente que está jugando a ser periodista en la calle o en un estudio, pero veo que muy poco se toma este hermoso oficio en serio”.
La protesta en Bolivia “no es pacífica, es violenta porque seguramente en una sociedad con miedo es más fácil manipular. …Se están vulnerando decenas de derechos” de los periodistas, afirmó.
“Sabemos que la gente en Bolivia se ha acostumbrado a abusar de otros para exigir sus derechos desfigurando por completo el verdadero derecho a la protesta en una sociedad democrática”, comenta Velasco que debe llevar equipo de seguridad: casco, chaleco y máscara contra gases.
“Estamos exigiendo respeto a nuestro trabajo, respeto a las libertades de expresión y de prensa y no nos vamos a cansar porque nadie nos va a meter miedo por hacer nuestro trabajo”, reafirma convencida del aporte que realiza a una sociedad que necesita estar informada.