Brasil, 16 de febrero de 2021 (Abraji). – El lunes (15.fev.2021), mientras se celebraba el feriado de Carnaval en el litoral de Santa Catarina, el presidente Jair Bolsonaro (sin partido) volvió a atacar a la prensa.
El presidente grabó un vídeo en el que critica a Facebook, defiende una ley para aumentar la tributación de las redes sociales en Brasil y el fin de las operaciones de los tres mayores periódicos del país:
«En mi página o en la de cualquiera, con todo respeto, es la página del presidente de la República. Yo soy cualquiera, del pueblo: ¿prohibir adjuntar imágenes para proteger las noticias falsas? Lo correcto es sacar de circulación -no lo haré, porque soy un demócrata- sacar de circulación a Globo, Folha de S.Paulo, Estadão, [sitio O] Antagonista, [que] son fábricas de noticias falsas».
En el vídeo transmitido en vivo por su hijo, el diputado federal Eduardo Bolsonaro (PSL-SP), el presidente afirma que Facebook estaría impidiendo a sus seguidores publicar imágenes en los comentarios de las publicaciones.
«Ahora dejemos que el pueblo sea libre, porque tiene libertad. Lógicamente, si alguien extrapola algo, tiene la Justicia para recurrir. Ahora Facebook está bloqueando a mí y a la población, es increíble […] Y no hay ninguna reacción de los propios medios de comunicación, están callados. Hablan tanto de la libertad de expresión para mentir en gran medida con sus reportajes. Ahora, para la población, es una censura que no se puede aceptar.”
Abraji repudia las declaraciones del presidente. Se declara demócrata, pero sus acciones y palabras señalan lo contrario. Los autócratas y los dictadores suelen utilizar estrategias discursivas para defender el cierre de periódicos: primero construyen una atmósfera de hostilidad y demonizan a la prensa para confundir a la población.
Es inaceptable que el presidente insinúe que los medios de comunicación brasileños son cómplices de la censura y sólo producen reportajes mentirosos. Bolsonaro falsea el discurso de protección de la libertad de expresión para atacar a la prensa. Al hacerlo, ignora el papel fundamental de una prensa independiente y crítica para mantener la democracia.
En contra del art. 85 de la Constitución, Bolsonaro olvida que es responsabilidad del cargo que ejerce respetar el ejercicio de los derechos políticos, individuales y sociales, estando impedido de atacar la libertad de prensa.