Brasil, 27 de mayo de 2021 (Abraji). – Desde que escribió reportajes sobre la supuesta implicación de policías en grupos de exterminio en el municipio de Camaçari, en la región metropolitana de Salvador, Bruno Wendel, reportero del periódico Correio (Bahía), ha sufrido ataques e intimidaciones.
El 16 de mayo de 2021, el periodista mostró que un soldado de la policía militar, sospechoso de participar en extorsiones y asesinatos, fue asesinado durante una operación contra los grupos de exterminio.
Tras la publicación del reportaje, al menos cuatro hombres no identificados enviaron mensajes al teléfono móvil del reportero. Llamado vagabundo e instado a retractarse, Wendel también recibió llamadas anónimas que, en resumen, decían que «una situación que empezó con sangre no tenía por qué acabar con más sangre».
Además de ver amenazada su integridad física, el periodista fue objeto de una declaración de repudio firmada en nombre de la 59ª Compañía Independiente de Policía Militar/Vila de Abrantes. La nota lo califica de poco preparado y tendencioso y dice que «las declaraciones atribuidas en los artículos de Bruno al policía muerto son totalmente falsas, mentirosas y carecen de toda credibilidad».
Intentar destruir la reputación de los profesionales de la prensa es una táctica recurrente de los gobiernos y las compañías que tienen dificultades para entender el papel de la prensa en los regímenes democráticos. Bruno Wendel trabaja desde hace 15 años y se ha especializado en la cobertura de la seguridad pública. Criticar el periodismo de investigación es un derecho de cualquier ciudadano. Las ofensas proferidas por las fuerzas públicas, que deberían proteger a los ciudadanos, traspasan la frontera del civismo y estimulan la persecución de los periodistas.
Abraji apoya al periodista y ha enviado cartas a la Secretaría de Seguridad Pública de Bahía y al jefe de la policía militar del estado exigiendo aclaraciones. Esperamos que las autoridades investiguen los atentados con rapidez e imparcialidad, garantizando así las condiciones mínimas para el ejercicio sin restricciones de la libertad de prensa en el país.