Latinoamérica, 01 de febrero de 2022 ( ICLEP): La situación de la libertad de expresión, prensa y acceso a la información en Cuba refleja condiciones precarias. En el informe titulado “Balance Parcial 2021: Hechos Violatorios a la Libertad de Prensa en Cuba”, el cual se hace un recuento entre el primero de enero al 31 de diciembre del 2021, y donde se reflejan 1129 hechos violentos contra comunicadores y medios de prensa. Es importante resaltar que los medios independientes son los más criminalizados por el Régimen.
Conozca el Informe de violaciones a la Libertad de Prensa, a profundidad
Entre los aspectos que marcaron el 2021 en Cuba están los siguientes:
- El 98.1 % de agresiones, a personas de prensa y medios de comunicación, es propiciado por el Estado.
- La detención arbitraria, sin orden judicial, fue el método represor más utilizado por el régimen para castigar a la prensa.
- El uso abusivo del poder estatal estuvo marcado por el bloqueo selectivo de medios de comunicación que narran la realidad cubana. ICLEP documentó unos 19 medios que sufren un bloqueo permanente. Existen muchos más portales bloqueados.
- Las agresiones físicas se incrementaron un 233%.
- Once comunicadores fueron arrestados durante varios días y posteriormente liberados con una medida cautelar de prisión domiciliaria por reportar las espontáneas e inéditas manifestaciones que se produjeron en varias ciudades de todo el país el 11 de julio.
- La mayor cantidad de detenciones arbitrarias se desarrollaron apostando fuerzas combinadas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), policía política y miembros de las paramilitares Brigadas de Respuestas Rápida, frente a los hogares de los comunicadores para impedirles salieran de sus viviendas.
- El Decreto Ley 35 establece 17 delitos o «incidentes de ciberseguridad», por lo que convocar manifestaciones pacíficas a través de la internet es considerado un delito de “ciberterrorismo”.
El régimen comunista de Cuba con su política represiva mata la esperanza de los comunicadores a quienes solo les deja tres opciones: la censura, la prisión o el exilio.