Ocho organizaciones de Voces del Sur (VDS) monitorearon agresiones a periodistas y medios de comunicación relacionadas con la COVID-19. En el contexto de la pandemia que azota al planeta, en Latinoamérica se han impuesto restricciones al ejercicio periodístico y al acceso a información, detenciones arbitrarias y leyes limitantes.
Fundamedios (Ecuador), Abraji (Brasil), la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (Nicaragua), la Asociación Nacional de la Prensa (ANP Bolivia), el Comité para la Libre Expresión (C-Libre Honduras), el Instituto Demos (Guatemala) y el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys Venezuela y Perú) levantaron datos desde el 01 de marzo hasta el 21 de abril. Las organizaciones reportaron 87 vulneraciones.
Venezuela encabeza la lista con 22 agresiones y 14 detenciones arbitrarias. Brasil reporta nueve casos de ataques verbales (discurso estigmatizante) que involucran, principalmente, al presidente Jair Bolsonaro. Honduras es el tercer país en la lista, con 14 casos.
Ecuador no consta entre los países con más ataques directos a la prensa. Pero hay una realidad desoladora: entre el 25 de marzo y el 20 de abril el nuevo coronavirus segó la vida de 13 trabajadores de la prensa. El Estado está en deuda con las garantías de protección.
Por su parte Nicaragua está sometida a impedimentos de cobertura y censura por el régimen de Daniel Ortega; mientras que en Perú hay poco acceso a la información pública.
Moez Chakchouk, Subdirector General de Comunicación e Información de la UNESCO, expresó su preocupación por la seguridad de los reporteros al informar sobre la crisis sanitaria mundial. «El papel de los periodistas en informar al público es absolutamente crucial», expresó. Es un hecho que la labor periodística puede salvar vidas ante la emergencia.
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