Brasil, 31 de marzo de 2020 (Abraji).
Los periodistas que cubren el Palacio da Alvorada, residencia oficial del presidente Jair Bolsonaro, dejaron el espacio donde se posicionaron en la mañana del 31.03.2020 para escuchar al presidente, después de que él animara a un grupo de simpatizantes a acosarlos.
A las 8:35 de la mañana, cuando Bolsonaro fue al lugar donde se quedan los periodistas, se le preguntó por primera vez cuándo firmaría el decreto aprobado por el Congreso Nacional para ayudar a los trabajadores informales durante la crisis del covid-19. Unos cinco minutos después de iniciada la conversación, un reportero hizo referencia a la posición del Ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, que ha dado directrices en consonancia con las autoridades sanitarias y en contra de las declaraciones de Bolsonaro:
«Presidente, ¿qué tiene que decir sobre la declaración del Ministro Mandetta contra el aislamiento vertical, diciendo que los ancianos no viven en una cápsula, señalando los problemas, eso no va en contra de su discurso? El ministro también dijo que no recomendaría un tour, como el que hizo usted el domingo, a Ceilândia y Taguatinga…»
El presidente respondió:
«No sé lo que dijo. Supongo que tengo que ver, no sólo leer lo que está escrito. No olvides que soy el presidente».
Unos momentos después, uno de los seguidores del presidente, que ocupava otra zona, junto al espacio destinado a los periodistas, gritó que la prensa «estaba jugando el ministro contra el presidente». La reacción de Bolsonaro, en lugar de calmar el ambiente, fue animar a su partidario a hablar y, al mismo tiempo, ordenar a los reporteros que se callaran.
«Es él quien va a hablar, no tú», dijo Bolsonaro.
El resto de los simpatizantes comenzaron a ofender a los nueve profesionales, quienes, como precaución ante el comportamiento hostil de los militantes y temiendo la agresión física, se alejaron de la grilla junto al presidente.
Al salir de la entrevista, el presidente continuó con las provocaciones y recurrió al sarcasmo:
«¿Ya te vas? ¿Estás dejando a la gente? A la prensa no le gusta el pueblo», dijo el presidente.
Para Abraji, la recurrencia de ese comportamiento por parte del Presidente de la República ha puesto de relieve las situaciones angustiosas a las que se ven expuestos los periodistas en el ejercicio de su profesión. También sirvió de ejemplo para las autoridades de otros poderes y esferas de gobierno, que comenzaron a adoptar un comportamiento similar. La hostilidad va en contra del decreto firmado por el propio Jair Bolsonaro, que considera esencial la labor de los periodistas, así como del folleto sobre la protección de los derechos humanos de los comunicadores, reeditado a principios de marzo por el Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos.
La junta directiva de Abraji simpatiza con los periodistas en su iniciativa de abandonar el espacio reservado a la prensa en el Palácio da Alvorada, motivada por la percepción de riesgo para su integridad física y psicológica. Exigimos del Presidente de la República el respeto a los profesionales de la prensa, que han estado arriesgando su propia salud en un intento de evitar la tragedia humanitaria en que se puede convertir la pandemia del covid-19 si los ciudadanos no están informados sobre las medidas de prevención recomendadas por las autoridades sanitarias. Reiteramos, además, que la prensa cumple su función social cuando cuestiona a las autoridades sobre sus acciones, o la falta de ellas, en la lucha contra el nuevo coronavirus.
Junta directiva de Abraji, 31 de marzo de 2020.