El 22 de abril de 2021, Voces del Sur presentó el Foro: Matar Periodistas no Mata su Voz. En este espacio, cinco periodistas de México, Brasil y Colombia expusieron los proyectos que buscan mantener viva la memoria de los comunicadores asesinados, así como retomar sus trabajos periodísticos.
El fotoperiodista independiente de Veracruz (México), Félix Marquez contó que a sus 32 años ha tenido que asistir al funeral de al menos una docena de colegas asesinados durante los últimos años. Luego de un viaje al exterior y al regresar a su ciudad natal se cuestionó la forma en que abordaba los casos. Impulsó el proyecto Vestigios: una serie de fotografías de objetos de periodistas asesinados, retratados como fotografía forense y que vislumbra un panorama de cómo vivían.
Alejandra Ibarra Chaoul es periodista mexicana y creadora de Defensores de la Democracia. Contó que México es uno de los países más peligrosos para ejercer periodismo en el mundo y surgió la pregunta ¿qué hacían estos periodistas asesinados, cómo era su periodismo?. La respuesta fue la creación de Defensores de la Democracia para documentar el legado de aquellos que ahora no están.
Así nació el Podcast Voces Silenciadas, un documental auditivo de no ficción que intenta entender los crímenes contra periodistas desde una óptica estructural. Luego de una recopilación e investigación cuentan las historias de los periodistas asesinados. “Se revela un problema sistémico de que los comunicadores son víctimas de una serie de violencia y abusos” dijo.
En Brasil también han existido iniciativas para dar voz a los periodistas que ya no están. Angelina Nunes, Coordinadora del Programa Tim Lopes de la Asociación Brasileña de periodismo Investigativo (Abraji) contó que esta es la respuesta de la Organización a la violencia contra los periodistas, especialmente en el interior del país.
La primera etapa, lanzada en 2017, fue un documental producido sobre los crímenes más simbólicos contra periodistas en los últimos años, siguiendo las investigaciones y las consecuencias de estas muertes para la comunidad. Y la segunda etapa, aún en curso, consiste en la formación de una red de respuesta rápida a los crímenes contra los periodistas, por la que el equipo de Abraji se desplaza al lugar de los hechos, sigue las investigaciones y publica un material completo sobre el caso con el apoyo de una red de medios de comunicación tradicionales aliados y sitios web independientes».
“Necesitamos honrar la memoria de los que fueron asesinados, cada vez que matan a un periodista matan su voz y en Brasil existen zonas silenciadas”, dijo.
Nunes contó que en Brasil se vive tiempos delicados para el periodismo, con un discurso estigmatizante desde el Gobierno: por primera vez en 20 años Brasil ingresó a una zona roja de ataques contra periodistas y desde Abraji están diseñando estrategias para proteger a los periodistas y su labor.
Para Jonathan Bock, director de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (FLIP), el periodismo nos ofrece una representación del país que termina siendo un patrimonio de todos: “vemos intentos de querer apagar esa voz”. Desde la FLIP realizan un trabajo que tiene que ver con reconstruir los hechos de violencia y contar como se hacía periodismo y los efectos para una sociedad de que una voz periodística crítica se apague.
Uno de los proyectos que manejan es un museo virtual Memorias del Periodismo en Colombia. Se trata de una plataforma digital que aporta a la recolección de memorias e historias sobre el periodismo y la violencia que se ha ejercido sobre los y las periodistas. Es el punto de partida para promover reflexiones y diferentes miradas sobre los retos que ha afrontado el oficio en el país.“Hacer ejercicios de memoria y de archivos colectivos es poner la lupa en estos lugares y eso tiene un valor añadido, porque muchas veces son lugares donde no se conoce nada”, dijo Bock.
Otro proyecto fue Frontera Cautiva que surgió luego del secuestro y asesinato de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, equipo periodístico de El Comercio en la frontera colombo-ecuatoriana en 2018. Tres meses después del secuestro y asesinato, varias organizaciones, periodistas, fotógrafos y medios de comunicación se unieron para viajar a la frontera e investigar la situación de orden público y la disputa del territorio entre las autoridades y los grupos armados y narcotraficantes.
137 periodistas han sido asesinados desde el 2000 en México y 24 se encuentran desaparecidos. El dato lo dio la Coordinadora de Derecho a la Verdad ARTICLE 19, María De Vecchi Gerli. Destacó que es importante conocer las historias de los periodistas asesinados y asesinados y la reflexión de pensar cómo nos impacta como sociedad el desaparecimiento de periodistas.
“Los asesinatos son la cúspide de una serie de violaciones y agresiones sistemáticas contra periodistas y es necesario conocer cómo nos impacta como sociedad pues no se calla la verdad matándolos” dijo.
Desde Article 19 han desarrollado el Informe «Ya Nadie Publica Esto” que relatan los efectos comunitarios del silenciamiento y la impunidad de las agresiones a periodistas, así como recuperar el trabajo que realizaban y las historias a partir de los relatos de sus familiares y colegas. También desarrollaron la Plataforma Narvarte la cual busca ser un punto de encuentro y de partida para la construcción social de memoria y verdad con respecto al caso; un espacio de cobijo para las voces de las familias y para acuerpar su exigencia de ni perdón ni olvido.
Entre las conclusiones del Foro fue la importancia de trabajar en equipos y en colectivos ya que ayuda a tener una mayor cobertura y conocer experiencias de otras latitudes, así como potencia la voz de aquellos comunicadores que fueron asesinados.