Ecuador, 05 de agosto (FDM).- Hacer periodismo en Guatemala, Cuba y Honduras es complejo. Las detenciones arbitrarias, amenazas de grupos criminales y agresiones son constantes. El resultado más cercano es la autocensura, según el relato de tres periodistas que participan en un encuentro virtual organizado por Voces del Sur (VDS). 

 

‘Detenciones arbitrarias, pandemia y abuso de poder’ convocó a Haroldo Sánchez, director del medio Factor4; Iliana Hernández, periodista de CiberCuba Noticias; y Saul Bueso, abogado y presidente de El Comité por la Libre Expresión (C-Libre). Guillermo Medrano,  coordinador de Derechos Humanos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (Nicaragua) moderó la charla. 

 

Cuba es uno de los países que, durante la primera semana de agosto, ha registrado varias aprehensiones, especialmente, de periodistas del Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP). El caso más reciente es el de la reportera Camila Acosta, de Cubanet Hernández reconoció que es humillante que su colega haya sido despojada de su ropa durante el proceso. “Las mujeres también somos humilladas, perseguidas y desacreditadas en redes sociales por ser periodistas y por el género”, expuso. 

 

La periodista de CiberCuba Noticias aseguró que es vigilada por la Policía que no le permitía salir este miércoles de su domicilio, pues este 5 de agosto se conmemora 26 años del ‘Maleconazo’, una revuelta popular en contra del régimen castrista. En la última semana varios reporteros han denunciado arresto domiciliario sin razones. 

 

Guatemala vive otra realidad. Según el Director de Factor4 los periodistas en las zonas departamentales y rurales son los más vulnerables. “No solo se enfrentan a las alcaldías, sino también al Ejército, a los poderes fácticos y a la presencia del crimen organizado, especialmente, en zonas donde se siembra la palma africana, hay hidroeléctricas y minas”. 

 

Sánchez reconoce que su país es diverso y contar con 23 etnias y lenguas hace que los problemas se incrementen y que los reporteros deban abordarlos diferente también para ser difundidos, pero mientras cubren esos hechos, muchos de ellos sufren agresiones. Según la Fiscalía de Delitos contra Periodistas del Ministerio Público (MP), en lo que va de 2020 se han reportado 43 agresiones en zonas departamentales. La detención arbitraria del reportero Francisco Chox es uno de los casos emblemáticos.

 

Saul Bueso, presidente de C-Libre, explicó que la pandemia en Honduras ha servido para dar continuidad a los abusos de poder en contra de reporteros. “El Estado violentó el derecho de la ciudadanía a ser informados y el deber del periodista de tomar la información y entregarla”, manifestó. 

 

Para el abogado y también periodista, los impedimentos de acceso a la información son recurrentes y las agresiones a periodistas por informar también crecen, muchas de las cuales  terminan en asesinatos. Bueso indicó que hoy solo un 5% de personas han sido judicializadas y requeridas en tribunales para responder por asesinatos a periodistas. Desde 2001 hasta la fecha 90 comunicadores hondureños han sido asesinados.